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lunes, 28 de abril de 2014

El proceso de duelo






El duelo o pérdida es algo por lo que el ser humano ha de pasar necesariamente a lo largo de su vida en numerosas ocasiones. Pérdida de un empleo, de una pareja, de un familiar…

La pérdida inevitablemente conlleva sentimientos negativos muy diversos: tristeza, dolor, angustia… Pero el que algunos salgan adelante con el tiempo mientras que otros no consigan superarlo y les desborde depende de muchos factores, la mayoría de ellos inherentes a nuestra forma de interpretar y afrontar la situación. Es decir, nosotros somos los responsables de la forma en que elegimos vivir nuestra vida



Frente a una pérdida, siempre aparecerá el denominado duelo, que será más intenso cuanto mayor fuera el vínculo con aquello que hemos perdido. Es un proceso normal que precisa que lo vivamos (no negarlo) y lo superemos.



Hay casos en los que el duelo no se supera, apareciendo en este caso el duelo patológico,  con dos subtipos, a saber:

-         Negación: más común en hombres, acostumbrados a reprimir sentimientos más que las mujeres.

-         Intensificación: opuesto a lo anterior. No sólo no se reprime la emoción sino que expresa en toda su magnitud, llevando a alteraciones emocionales (depresión, ideaciones suicidas, culpa, aislamiento…)



El duelo requiere que aprendamos que el dolor no es un estado (permanente) sino un proceso (pasajero) y con el tiempo nos reconciliaremos con la vida.



Hay algunas ideas erróneas que desde pequeños se nos han inculcado sobre cómo afrontar el duelo, y que es necesario desmentir:

  1. se puede reemplazar la pérdida: falso. De este modo, sólo conseguimos subestimar el valor de lo perdido. ¿Podemos reemplazar a una madre o hijo?
  2. has de sufrir sólo: falso. El ser humano, como ser social, necesita del apoyo de sus congéneres.
  3. el tiempo curará las heridas: Falso. No es el tiempo, sino el afrontamiento, lo que cura
  4. tienes que ser fuerte: Falso. No hay que reprimir las emociones, sino expresarlas. El reprimir emociones conlleva multitud de problemas psicológicos y médicos
  5. tienes que distraerte: Falso. El dolor vendrá en cuanto dejemos la mente ociosa. El duelo hay que vivirlo tarde o temprano.



Para consolar a quien sufre un momento de duelo, no debemos explicar sino consolar, escuchar sin juzgar, acompañar.



Este humilde artículo está dedicado a mi amiga Nuria, uno de esos seres maravillosos que la vida pone en tu camino para que crezcas como persona.

2 comentarios:

  1. Un millon de gracias mi chico me ha encantado estoy orgullosa de ser tu amiga fiel seguidora de ti y de todo lo k haces y escribes k tengo la gran suerte de haberte conocido k me encanta como eres y te muestres tal cual eres una persona increible y k jamas pense encontrarme y compartir amistad con una personita con un alma tan bonito k con todo lo k escribes eres de mucha ayuda y k eres especial y sensible y sigue escribiendo k me hace muchisima ilusion.

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